Juan Diego López
De acuerdo con los opositores al TLC, en el texto escrito no se dice lo que se dice ni lo que realmente se dice es lo verdaderamente dicho. El texto escrito no es lo que dice sino que lo que dice está entre líneas y allí dice exactamente lo contrario. Donde digo digo no digo digo, digo Diego, ¿recuerdan? Ahora donde dice dice no dice dice sino dice “Dice” y eso significa que habrá más casinos y que la pobre gente desprevenida perderá allí su patrimonio familiar.
Igualmente, donde se dice “mar patrimonial” no se dice “mar patrimonial” sino matrimonio marítimo y el matrimonio marítimo es un mar parimonial, que tiene su sede en el territorio marítimo, pero comprometido por un matrimonio arreglado, cuya potestad es materia de páneles privados que monoliporizarán el pan y se llevarán al ,mar, como patrimonio del matrimonio. Es simple: como los órganos humanos son órganos y como la institucionalidad internacional es orgánica, entonces los órganos internacionales serán traficados por los traficantes de órganos que ocupan puestos en los organismos internacionales y que están deseos de deshacerse de sus órganos y de los órganos de sus hijos.
El caso de las armas es aún más simple. Como firmaríamos un acuerdo con uno de los productores de armas más importante del mundo, las armas de sus arsenales nos armarían y, ya armados, tendríamos que firmar acuerdos de desarme, pero al desarmarnos, desarmaríamos la institucionalidad y con una institucionalidad desarmada quedaríamos a la intemperie y seríamos ocupados por vía de esas mismas armas. Por esto mismo, invertir en tanques, lanzallamas o misiles SAM es un negocio inestable. Lo mejor, ya todos los del SÍ lo han hecho, es invertir en un tribunal privado de resolución de conflictos.
Allí, la cuestión es más clara aún. Primero, que el tribunal no es de tres y como son más, ya resulta sospechoso y se debe exigir que sean tres, no los tribunos, sino los miembros del tribunal. Segundo, ese tribunal no tributa y, como no tributa es intributario y al ser intributario tampoco es tribunal: en realidad, está fuera de la ley y,ya sin tribunal, ¿quién tribunaría? Los tribunos, sobre todo los de elecciones, son del sí por lo que serían protribunos y ahí está la base de toda sospecha: protribunos con protuberancias pro TLC sólo puede producir “protubernios”, es decir, la sospecha de muchos contubernios pro TLC.
Con el agua, la cosa se aclara definitivamente. El agua no es el agua sino la agüezón de los lechos aguados y este tipo de aguazón guarapa todo el agua y la transforma en guata. Es decir, el agua guarapada en forma de guata nos agua la fiesta porque se la toman en el exranjero y nos dejan las botellas de plástico, cuyos residuos son esenciales para los abrigar desechos nucleares. La cosa no es que el agua no sea agua pesada, es que el agua es el despite para convertirnos en basurero de recipientes que será, pasados unos años, un laboratorio de reciclaje termonuclear.
Pasemos a la cuestión laboral. En donde dice laboral no dice laboral sino matorral. Aunque en la cita al pié de página dice “vegetal”, tampoco vegetal significa vegetal sino que se sospecha que sea “laboral” Pero entre “matorral”,“vegetal” y “laboral” hay una estrecha conexión pues todos pertenecen al reino animal. Y si todo se entiende como animal, necesariamente lo laboral será visto como tal y lo laboral será enterrado en el matorral y, así, lo laboral es parte de un plan criminal.. Laboral, animal y criminal tienen, por supuesto, una raíz empresarial. De esta forma, el sector empresarial, tratará al sector laboral como parte del reino animal y será reducido a un mero matorral.
Del trato animal al sector laboral deriva la cuestión ambiental del TLC. Como ya el reino animal fue convertido en vegetal en su forma de matorral y ha desaparecido el sector laboral, la cosa ambiemtal queda en manos del sector empresarial que, entregado a la corriente imperial, dará como resultado una carencia medicinal. Una vez que se apropien de la cuestión experimental, todo recurso natural pasará a la condición laboral, dominado por el sector empresarial, que de todas formas se entregará al mundo imperial y todo nuestro país quedará en condición precarial, regido en modo patriarcal, dominado por el gamonal y nada nada de lo sexual.
Por todo esto, es fenomenal la claridad esencial que nos transmite el grupo sindical sobre el TLC, sobre su maldad radical, sobre el irrespeto a la voluntad general, sobre el desconocimiento del Tribunal y la defensa de este mundo infernal del que apenas me importa un percal.
Vote SI, no haga caso de semejante berenjenal.
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